Con un mes cargado de compromisos, el Real Madrid se enfrenta a un diciembre frenético que podría definir el rumbo de la temporada. En los próximos 22 días, el equipo de Carlo Ancelotti disputará siete partidos, dos de ellos en casa, en tres competiciones diferentes. En LaLiga, busca mantener su pulso por el título, en la Champions, evitar complicaciones para clasificar a la siguiente fase, y en la final de la Intercontinental, espera sumar su segundo trofeo del año.

El primer desafío es la visita a Bilbao para enfrentar al Athletic Club, un rival en racha que se encuentra en posiciones de Champions. Luego, el Real Madrid viajará a Girona y Bérgamo para medirse con Girona y Atalanta, en partidos cruciales tanto en LaLiga como en la Champions. La situación en la máxima competición europea es delicada, ya que el equipo ocupa la última posición del grupo con solo seis puntos tras tres derrotas. El partido contra la Atalanta el 10 de diciembre se presenta como una final para no quedar fuera de la competencia.

En la Liga, el Real Madrid ha logrado una gran recuperación tras la humillante derrota en el Clásico (0-4) y suma tres victorias consecutivas. Actualmente está a un punto del líder Barcelona, con un partido pendiente ante el Valencia que podría definir aún más la lucha por el título. A pesar de los desafíos, el equipo sigue firme en su objetivo de ganar la Liga.

La intensa agenda se complementa con la final de la Intercontinental, programada para el 18 de diciembre en Catar. En este torneo, el Real Madrid se medirá a Botafogo, Pachuca o Al Ahly, con la oportunidad de sumar un nuevo trofeo a su palmarés.

A lo largo de diciembre, el equipo recorrerá casi 20,000 kilómetros, enfrentando pruebas de alto nivel mientras sigue buscando su segundo título del año y mantiene su lucha por el campeonato nacional y la Champions. El Real Madrid no volverá a jugar en casa hasta el 22 de diciembre, cuando reciba al Sevilla, cerrando así un 2024 que podría ser muy exitoso.