Florentino Pérez ha lanzado una propuesta que podría cambiar radicalmente la estructura del Real Madrid: convertirlo en un club privado. Actualmente, la institución pertenece a sus más de 93 mil socios, pero la presión económica y la competencia con clubes respaldados por grandes capitales podrían llevar al equipo a modificar su modelo de propiedad.

El Real Madrid es la entidad más valiosa del mundo según Forbes, con una valuación de 6.6 billones de dólares, aunque Pérez asegura que su verdadero valor asciende a 10 billones. Su estructura de propiedad, compartida entre sus socios, lo distingue de otros gigantes europeos, pero también lo enfrenta a retos financieros.

La propuesta de Pérez genera incertidumbre, pues abre la posibilidad de una futura privatización, una tendencia en el fútbol moderno. Equipos como el Barcelona y el Real Madrid han resistido este cambio, a diferencia de otros clubes que han optado por la inversión privada. Sin embargo, competir contra instituciones con respaldo financiero ilimitado pone en riesgo su sustentabilidad económica.

El impacto de la fallida Superliga Europea en 2021 dejó en evidencia la necesidad de ingresos constantes. La crisis del Barcelona, que perdió 91 millones de euros en 2024, es un ejemplo de los riesgos de depender solo de los socios. La posibilidad de que el Madrid adopte una Sociedad Anónima Deportiva podría abrir la puerta a inversiones externas sin renunciar del todo a su identidad.

El mercado de fichajes también presiona al club. Con el incremento de los salarios y el costo de las transferencias, solo los equipos más ricos pueden competir por las grandes estrellas. A pesar de sus altos ingresos, el Madrid debe buscar estrategias para mantenerse en la élite sin comprometer su estabilidad financiera.

Pérez, reelegido hasta 2029, podría estar preparando su legado con esta reforma. Su fortuna personal de 3.1 billones de dólares, junto con otros inversores, podría influir en una futura reestructuración. La gran interrogante es si el Madrid seguirá siendo de sus socios o si, con el tiempo, pasará a manos de un solo dueño.

El futuro del club está en juego y con él, su esencia histórica.