Red Bull Racing está atravesando un momento complicado en la temporada actual de la Fórmula 1, habiendo perdido el liderato del campeonato de constructores y acumulando siete carreras consecutivas sin lograr una victoria. Christian Horner, jefe de la escudería, reconoció recientemente que los problemas comenzaron desde junio, tras una actualización del coche que se realizó en el Gran Premio de Barcelona.

Según Horner, la actualización específicamente afectó la parte baja del monoplaza, lo cual ha tenido un impacto directo en el rendimiento de Sergio ‘Checo’ Pérez. Aunque Max Verstappen continuó obteniendo buenos resultados, incluyendo victorias, el desempeño de Pérez se ha visto significativamente comprometido desde entonces. “No nos lo tomamos tan en serio, porque Max siguió ganando”, admitió Horner en una entrevista para Auto motor und sport.

Desde el Gran Premio de España, Red Bull no ha conseguido ganar ninguna carrera, y los mejores resultados han sido dos segundos lugares conseguidos por Verstappen. Por su parte, ‘Checo’ Pérez ha luchado para alcanzar posiciones dentro del top 5 desde el Gran Premio de Miami.

El reconocimiento de estos problemas por parte de Horner señala un cambio de enfoque dentro de la escudería, que ahora debe trabajar intensamente en mejorar sus monoplazas para recuperar su posición de liderazgo tanto en el campeonato de constructores como en el de pilotos. Este ajuste es crucial no solo para el desempeño del equipo en lo que resta de temporada, sino también para mantener la armonía y la moral alta dentro de la escudería, especialmente entre sus pilotos.

Mientras tanto, rumores sobre posibles cambios de pilotos para la próxima temporada añaden más presión al equipo. Recientemente, Helmut Marko ha insinuado que Liam Lawson podría estar en Red Bull para 2025, lo que ha generado especulaciones sobre el futuro de ‘Checo’ Pérez dentro del equipo.