El retiro es uno de los momentos más desafiantes para los futbolistas, marcando el fin de una etapa llena de pasión y esfuerzo. Sin embargo, algunos no pueden resistirse al llamado del balompié, protagonizando emocionantes regresos que quedan grabados en la memoria de los aficionados.

Entre los casos más recientes está Andrés Guardado, quien tras anunciar su retiro en noviembre de 2024 con el León, volvió a las canchas solo dos meses después para disputar el Mundial de Clubes. Similar sorpresa causó Wojciech Szczesny, quien tras despedirse del fútbol en 2024, reapareció en el Barcelona, conquistando rápidamente la Supercopa de España.

En el ámbito mexicano, resalta Cuauhtémoc Blanco, quien tras retirarse con el Puebla en 2015, regresó para jugar un último partido con el América en 2016, despidiéndose a lo grande. Otro caso singular fue el de Salvador Reyes, leyenda de las Chivas, que a sus 71 años jugó un minuto en 2008 como homenaje al “Campeonísimo”.

En el panorama internacional, nombres icónicos como Arjen Robben y Juan Román Riquelme vivieron múltiples despedidas y regresos. Robben, tras retirarse en 2019, volvió un año después con el Groningen. Riquelme, por su parte, sorprendió en 2013 al regresar a Boca Juniors después de siete meses de ausencia.

También destaca Pelé, quien tras retirarse en 1974, volvió al profesionalismo con el New York Cosmos, y Paul Scholes, leyenda del Manchester United, convencido por Alex Ferguson para regresar en 2012.

Regresos inesperados, impulsados por la pasión, el homenaje o incluso cuestiones económicas, nos recuerdan que el amor por el fútbol nunca desaparece completamente, incluso cuando los botines parecen colgarse de forma definitiva.