Con la cuenta regresiva en marcha para la Copa del Mundo 2026, el mítico Estadio Azteca vive una renovación profunda, acompañado de múltiples cambios en su entorno. Faltan 14 meses para la inauguración del torneo y tanto el coloso de Santa Úrsula como la alcaldía Coyoacán están siendo remodelados para recibir al mundo con una imagen fresca, moderna y funcional.

Las obras dentro del estadio son de carácter exclusivamente interno, con la instalación de butacas nuevas, conectividad mejorada con wifi de alta velocidad, y un rediseño que permitirá el ingreso de los equipos desde el centro del campo, al estilo europeo. La capacidad será cercana a los 90 mil espectadores, cumpliendo con los estándares que exige la FIFA para eventos de esta magnitud.

La transformación también incluye un cambio de nombre. En los registros del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI), se tramita la solicitud para denominarlo Estadio Banorte, tras un acuerdo entre la empresa Ollamani y la institución bancaria que inyectó 2,100 millones de pesos a cambio de los derechos de nombre. No obstante, durante el Mundial, el recinto será referido oficialmente como Estadio Ciudad de México, en cumplimiento con las disposiciones de FIFA.

En el exterior, el proyecto original que contemplaba un hotel y centro comercial fue descartado, pero se mantiene una inversión pública significativa. La Ciudad de México destinará 19 millones de pesos para mejorar el entorno urbano: se repavimentarán calles, se pintarán fachadas y se activarán espacios sociales, incluyendo el torneo “Cascarita Grande de Corazón” y una consulta vecinal para mejorar la zona de Santa Úrsula.

El plan de movilidad para el evento contempla medidas clave como el cierre de vialidades en un radio de un kilómetro alrededor del estadio durante los partidos, la creación de estacionamientos remotos en diversos puntos de la ciudad, mejoras al Tren Ligero, una posible línea de Cablebús desde Ciudad Universitaria, y una ciclovía que facilitará el acceso desde varios sectores.

Además, se proyecta un nuevo atractivo turístico: la Glorieta Frida Kahlo, donde se erigirá la que será “la Frida más grande del mundo”, una escultura de siete metros de altura que celebrará la figura emblemática de Coyoacán y ofrecerá un nuevo punto de referencia para visitantes nacionales e internacionales.

El Estadio Azteca no solo se prepara para ser sede de la apertura de un Mundial por tercera ocasión, también se reinventa como un ícono moderno del futbol y la cultura mexicana, listo para recibir con orgullo al planeta entero.