La amistad entre Obed Vargas y Gilberto Mora se ha convertido en una de las historias más destacadas dentro de la Selección Mexicana Sub-20. El mediocampista del Seattle Sounders y el delantero de los Xolos de Tijuana no solo comparten cancha, también cuarto durante la concentración del equipo que disputa el Mundial Sub-20, donde enfrentan a Chile en los octavos de final.

Vargas, nacido en Anchorage, Alaska, y Mora, originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, han encontrado en el fútbol un idioma común que derriba cualquier barrera cultural. “Él quiere hablar en inglés y yo quiero hablar en español. Al final, el idioma que compartimos es el futbol”, comentó Vargas en entrevista con ESPN, entre risas, sobre la convivencia diaria con su compañero.

Ambos debutaron como profesionales a los 15 años, un hecho que refleja su talento y madurez. Sin embargo, Vargas asegura que mantenerse humilde es clave: “Lo más importante es tener los pies en la tierra. La familia siempre ha sido fundamental para mí y eso me ha ayudado a llegar hasta aquí”.

Durante la fase de grupos, México enfrentó a Brasil, España y Marruecos, y tanto Mora como Vargas destacaron por su entrega y calidad en el mediocampo. En su tiempo libre, los jóvenes futbolistas prefieren ver la Champions League o partidos europeos, escenarios que sueñan conquistar algún día.

Con humor, Vargas cuenta que evita enseñarle malas palabras en inglés a Mora: “Todavía es un niño, me recuerda cuando yo estaba a su edad, creyéndome más grande de lo que era”.

Su conexión dentro y fuera de la cancha refleja el espíritu de una generación que combina disciplina, talento y camaradería, ingredientes que mantienen viva la ilusión del Tri Sub-20 en el Mundial.