El Milan sigue sin encontrar el rumbo y ve esfumarse sus posibilidades de clasificar a la Liga de Campeones. Tras la derrota ante el Bolonia (2-1), el equipo de Sergio Conceicao se mantiene en el octavo puesto de la Serie A, a ocho puntos de los puestos europeos y con solo 12 jornadas restantes.

El delantero Santiago Giménez vivió una noche gris. A pesar de aportar una extraña asistencia en el gol de Rafael Leao, su desempeño fue discreto: sin disparos a puerta, un solo duelo ganado y cuatro balones perdidos. La falta de generación de juego del equipo condenó al atacante mexicano, quien apenas sumó 11 pases en todo el partido.

El Milan comenzó ganando gracias a una combinación entre Giménez y Leao, pero su fragilidad defensiva permitió la remontada del Bolonia. El argentino Santiago Castro, apodado “mini-Lautaro”, fue clave en el triunfo al anotar el empate tras un rebote en el área y ser pieza fundamental en la jugada del segundo gol, obra de Ndoye en el minuto 82.

El equipo rossonero, sin un plan claro de juego y con decisiones tácticas cuestionables, sigue en picada. Conceicao sacrificó a Christian Pulisic para dar entrada a Joao Félix, junto a Leao y Giménez, pero la estrategia no dio frutos. La crisis se agrava con tres partidos sin ganar, incluyendo la eliminación en la Champions y la derrota ante el Torino.

El Milan, un equipo construido para pelear en lo más alto con figuras como Leao, Theo Hernández, Pulisic y Joao Félix, sigue sin margen de error. Con el tiempo en su contra y una plantilla que no encuentra su mejor versión, la clasificación a la Champions parece una meta cada vez más lejana.