En un incidente que paralizó el Gran Premio de Mónaco, Sergio ‘Checo’ Pérez sufrió un grave accidente en la primera vuelta, resultando en daños significativos en su monoplaza, el RB20. Afortunadamente, el piloto mexicano salió ileso, pero el incidente llevó a la suspensión temporal de la carrera con una bandera roja.

El choque ocurrió momentos después del inicio de la carrera, cuando Kevin Magnussen, en un intento por adelantar, impactó el vehículo de Pérez causando que también involucrara a Nico Hulkenberg en el accidente. Las imágenes televisivas mostraron el RB20 de Pérez completamente destrozado en la pista, lo que provocó una reacción inmediata de los equipos de emergencia.

A pesar de la gravedad del incidente, Checo Pérez fue visto saliendo del coche por su propio pie, claramente frustrado pero físicamente sin daños. El piloto expresó su molestia en el momento, señalando a Magnussen por la maniobra que llevó al desastre.

La FIA, tras revisar el incidente, decidió no imponer sanciones a Magnussen, clasificándolo como un «incidente de carrera». Esta decisión ha sido motivo de controversia, especialmente considerando la magnitud del accidente y las consecuencias potencialmente graves para todos los involucrados.

Este accidente es un golpe duro para Pérez, quien había expresado su descontento con el rendimiento de su monoplaza a lo largo del fin de semana, refiriéndose a él como «terrible». Este evento no solo complica su campaña en la temporada actual de la F1 sino que también pone de relieve los desafíos que Red Bull enfrenta en términos de seguridad y estrategia en carrera.

FOTO: CAPTURA DE PANTALLA (X)

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