Noruega escribió una página histórica en las Eliminatorias UEFA al vencer por un contundente 3-0 a una desconcertada Italia en el Ullevaal Stadion de Oslo. La figura de la jornada fue Erling Haaland, quien selló la goleada con una definición magistral, en una noche que quedará grabada en la memoria del fútbol escandinavo.

Desde el inicio, el equipo noruego se mostró decidido a imponer condiciones ante una Italia que llegaba con peso histórico, pero sin rumbo futbolístico. Con un juego vertiginoso y directo, Noruega desarticuló cada intento de reacción italiana. El primer golpe llegó de la mano de Alexander Sørloth, que abrió el marcador tras imponerse en el área con potencia y definición.

La presión continuó y, a los 34 minutos, Antonio Nusa deslumbró con una jugada individual que terminó con un disparo inatajable para Gianluigi Donnarumma, ampliando la ventaja. Mientras Italia lucía sin respuestas, Noruega crecía en confianza. Faltaba el broche de oro: Erling Haaland, quien hasta ese momento había estado contenido, capitalizó una jugada por derecha, eludió al arquero con clase y definió a puerta vacía.

El segundo tiempo se convirtió en un trámite. Noruega, ya en control total, administró el resultado. Italia, por su parte, mostró una preocupante falta de reacción y creatividad. El pitazo final desató la celebración local y el asombro internacional.

Con esta actuación, Noruega no solo logró un triunfo histórico, sino que envió un mensaje claro: ya no es una selección menor en Europa. Italia, en cambio, enfrenta una crisis que va más allá del resultado.