Una negociación nocturna en Madrid ha enfriado el posible desembarco de Carlo Ancelotti como nuevo entrenador de la Selección Brasileña. Aunque el técnico italiano ya había mostrado su interés por asumir el mando de la Canarinha tras finalizar su etapa en el Real Madrid, un conflicto contractual complica su salida del club merengue.

Ancelotti, cuyo vínculo con el Madrid se extiende hasta finales de 2026, inició conversaciones con la dirigencia blanca para anticipar su salida. Sin embargo, exige recibir una compensación económica significativa por el tiempo restante del contrato. Por su parte, la directiva madridista, aunque abierta a dejarlo marchar tras la temporada 2024/25 de LaLiga, no contempla pagar ninguna indemnización. Este desacuerdo es el principal obstáculo que lo distancia de Brasil.

Los representantes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), al tanto de la situación, observan con cautela desde España. Para evitar que la presión fracture el vínculo con Ancelotti, han optado por dar tiempo a las partes implicadas a fin de buscar una solución amistosa.

Pese a este revés, los planes de la CBF siguen en pie: esperan que Ancelotti llegue a Río de Janeiro el 26 de mayo, apenas dos días después de su presunta despedida en el encuentro entre Real Madrid y Real Sociedad. El debut del italiano al frente de la selección está previsto para el 5 de junio, en un partido frente a Ecuador por las Eliminatorias Sudamericanas. La lista preliminar de convocados debe ser enviada a la FIFA antes del 18 de mayo, por lo que el técnico ya trabaja en ella desde Madrid.

La relación entre CBF y Ancelotti se ha estrechado en las últimas semanas, pese a que oficialmente se niega la existencia de un acuerdo. Según la confederación, la designación del nuevo seleccionador está exclusivamente en manos del presidente Ednaldo Rodrigues y del director de selecciones Rodrigo Caetano.

Brasil, actualmente en el cuarto lugar de la tabla con 21 puntos, comparte puntaje con Uruguay y Paraguay, mientras que Argentina lidera con 31 unidades y una plaza asegurada en el Mundial. Desde la salida de Dorival Júnior, tras la dura caída ante la albiceleste, el banquillo brasileño permanece vacío.