Marc-André ter Stegen ha generado un fuerte conflicto con el Barcelona al negarse a firmar el informe médico que permitiría al club presentar su caso ante la comisión de LaLiga, encargada de determinar su periodo oficial de baja por lesión. Esta decisión bloquea temporalmente la posibilidad de inscribir a nuevos refuerzos como Joan García y Marcus Rashford, lo que ha encendido las alarmas en la directiva blaugrana a pocos días del inicio de la temporada.

El club esperaba contar con el consentimiento del portero para enviar su expediente clínico, especialmente después de que el presidente Joan Laporta reconociera públicamente que usar la “lesión de larga duración” del arquero era la vía más rápida para registrar nuevos fichajes. Sin embargo, fuentes cercanas confirmaron a ESPN que el arquero alemán, de 33 años, envió un burofax anunciando su negativa. Esto tomó por sorpresa al cuerpo directivo, que ya valora medidas legales e incluso una posible sanción disciplinaria.

Ter Stegen fue intervenido recientemente por una lesión en la espalda y, mientras el club considera que su baja durará al menos cuatro meses, el jugador sostiene que estará de vuelta en tres. Esta discrepancia se ha convertido en el centro de una tensión creciente entre ambas partes, que ha trastocado los planes deportivos y financieros del equipo. Por ahora, el entorno del jugador no ha ofrecido declaraciones, pero su postura abre una grieta interna justo cuando el club se prepara para su debut en LaLiga ante el Mallorca.