Un tiroteo en un rascacielos de Manhattan dejó cuatro personas muertas y reveló un objetivo escalofriante: la sede de la NFL. El atacante, identificado como Shane Tamura, pretendía dirigirse a las oficinas de la liga, pero se equivocó de elevador, lo que frustró parcialmente su plan. El hecho fue confirmado por el alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien detalló que Tamura disparó en el vestíbulo antes de dirigirse al grupo de ascensores y subir a una planta equivocada.

La policía confirmó que entre las víctimas se encontraba un oficial fuera de servicio, quien fue abatido cuando intentó intervenir. Tamura, de quien se sabe tenía antecedentes de enfermedades mentales, portaba una nota en la que expresaba su resentimiento contra la NFL, afirmando que sufría encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad cerebral asociada a los golpes en la cabeza. El tirador jugó fútbol americano en la preparatoria hace casi 20 años y responsabilizaba a la liga por su condición. En su mensaje, solicitaba que su cerebro fuera estudiado tras su muerte.

Las oficinas del edificio albergan tanto a la NFL como a Blackstone, una de las mayores firmas de inversión global, además de otras compañías. Un empleado de Blackstone murió durante el ataque y un trabajador de la NFL resultó gravemente herido, pero se encuentra en estado estable. El comisionado Roger Goodell informó que todos los empleados restantes están a salvo y ordenó reforzar la seguridad, además de permitir el trabajo remoto al día siguiente.

Tamura, armado con un rifle M4, descendió de un BMW cerca de las 6:30 p. m. y abrió fuego en el vestíbulo, matando a un guardia e hiriendo a más personas antes de tomar el elevador al piso 33, donde mató a otro individuo y luego se suicidó. En el momento del ataque, las oficinas de la NFL estaban en los pisos quinto al octavo del edificio ubicado en el 345 de Park Avenue.

El agente fallecido fue identificado como Didarul Islam, de 36 años, inmigrante de Bangladesh con más de tres años en el servicio. La comisaria Jessica Tisch destacó su valentía al enfrentarse al atacante. “Murió como vivió: como un héroe”, afirmó. Las autoridades continúan investigando los motivos detrás del atentado fallido, mientras la ciudad refuerza medidas de seguridad en puntos sensibles.