El brasileño Vinícius Junior atraviesa uno de los periodos más complicados desde su llegada al Real Madrid. Suma doce partidos consecutivos sin marcar, acumulando 924 minutos sin celebrar un gol desde el doblete ante el Villarreal el 4 de octubre. A pesar de la mala racha, sus cinco anotaciones lo mantienen como el segundo máximo goleador del equipo, muy lejos de un Kylian Mbappé que parece intratable y cuya ausencia ha dejado expuesta la falta de contundencia del conjunto blanco.

La falta de gol no solo afecta al brasileño. El Madrid ha resentido la ausencia de Mbappé y, durante su baja ante el Manchester City, apenas logró un tiro a puerta, convertido por Rodrygo, quien rompió una sequía personal de 32 partidos y 1,432 minutos sin marcar. Vinícius, por su parte, solo ha aportado tres asistencias desde el parón de octubre y sufrió abucheos tras varias decisiones erróneas en el reciente duelo contra los ingleses.

En su octava temporada, Vinícius luce muy lejos del nivel que lo llevó a pelear por el Balón de Oro, sumado a una relación tensa con Xabi Alonso. La llegada del técnico español reorganizó jerarquías, otorgando galones a Mbappé y relegando al brasileño a suplencias inesperadas. La situación estalló en el clásico, cuando Vinícius reaccionó con enfado al ser sustituido, gesto que encendió dudas sobre su continuidad pese a tener contrato hasta 2027.

Aunque recuperó algunos minutos como titular, el extremo no ha encontrado constancia. Ha intentado 41 remates en doce encuentros, siete de ellos frente al Girona y seis ante Olympiacos, sin lograr romper su sequía. Su bajón coincide con el del equipo, que solo suma dos victorias en los últimos ocho partidos, un escenario que aumenta la presión sobre uno de los jugadores llamados a liderar el ataque merengue.