Xabi Alonso cumplió su gran anhelo al convertirse en entrenador del Real Madrid, regresando a Valdebebas tras su retiro como jugador en 2014. Luego de un exitoso paso en Bayer Leverkusen, donde destacó por un fútbol ofensivo con estructura defensiva que le permitió ganar la Bundesliga invicto y alcanzar la final de la Europa League, Alonso enfrenta ahora un desafío mayúsculo: trasladar ese éxito a la Casa Blanca sin haber podido realizar una pretemporada, y estrenarse en el exigente Mundial de Clubes.

El estratega vasco propone una revolución táctica distinta a la de su predecesor Carlo Ancelotti, con un planteamiento flexible que ha variado entre sistemas como el 3-4-2-1, 4-2-3-1 y 3-5-2, aunque los primeros indicios apuntan a un 4-3-3 con sus nuevas figuras. Su filosofía combina la posesión de balón y presión alta al estilo Guardiola, junto a la efectividad en el contragolpe que aprendió de Mourinho y Ancelotti. Xabi destaca la importancia de la inteligencia para “saber cuándo acelerar y cuándo mantener el control”, enfatizando el orden, la ocupación de espacios y la presión tras pérdida.

El nuevo Real Madrid de Alonso contará con un plantel dinámico y renovado. Se espera la incorporación de Alexander-Arnold para competir por el lateral derecho, mientras en defensa la batalla por la titularidad estará abierta entre Huijsen, Militão, Rüdiger y Asencio. En la zona izquierda, la posible llegada de Álvaro Carreras aportaría ofensividad junto a Mendy y Fran García, aunque al menos uno podría salir. En el mediocampo, se aguardan refuerzos para suplir la salida de Luka Modrić, mientras que en ataque brillarán figuras como Bellingham, Mbappé, Vinícius y Rodrygo, con rumores de nuevas incorporaciones.

La misión de Xabi es clara: devolverle al Madrid el protagonismo y el temor en Europa, mientras se enfrenta al Barcelona de Hansi Flick, que dominó los clásicos recientes. El Mundial de Clubes será el primer examen, donde el Real Madrid debutará ante Al-Hilal, seguido por Pachuca y Red Bull Salzburg. Aunque el objetivo es avanzar con autoridad, rivales como PSG y Manchester City suponen un reto mayúsculo.

Alonso sabe que en el Real Madrid no basta con ganar, sino que hay que hacerlo con estilo y contundencia. Su identidad buscará un equilibrio entre ataque constante y sólida estructura defensiva, apuntando a una temporada internacional histórica en medio de un periodo irregular en lo local. La exigente afición merengue espera que este nuevo ciclo comience con éxito y que Xabi imponga su sello en la Casa Blanca.