Actividad económica en México se estanca en mayo: IOAE anticipa caída anual del 0.3%
Por Redacción
La economía mexicana continúa mostrando señales de debilidad. El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), publicado por el INEGI, anticipa una contracción anual de 0.3% en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) para mayo de 2025, arrastrada principalmente por una caída del 1.1% en el sector industrial. Aunque el sector servicios logró un avance marginal del 0.1%, no fue suficiente para revertir la tendencia negativa.
En términos mensuales, el IOAE estima un crecimiento de apenas 0.1% respecto a abril, lo que sugiere una estabilización tras dos meses consecutivos de contracciones. Sin embargo, este repunte es considerado estadísticamente marginal y se mantiene dentro del intervalo de incertidumbre del propio indicador.
Factores detrás del estancamiento
La debilidad industrial se ha convertido en el principal lastre para la economía. La manufactura, la construcción y la minería muestran señales de desaceleración, mientras que la generación de energía también enfrenta obstáculos. Por su parte, el sector terciario —que incluye comercio y servicios— mantiene un crecimiento mínimo, reflejando un consumo interno moderado y una baja confianza empresarial.
Además, el entorno externo ha contribuido al freno económico. Las tensiones comerciales con Estados Unidos, incluyendo nuevos aranceles a productos mexicanos y la amenaza de un impuesto a las remesas, han generado incertidumbre sobre el desempeño de las exportaciones y el consumo interno.
Perspectivas divididas
Mientras el Gobierno federal mantiene su proyección de crecimiento entre 1.5% y 2.3% para 2025, organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial han ajustado sus estimaciones a la baja. El FMI prevé una contracción del 0.3%, mientras que el Banco Mundial estima un crecimiento de apenas 0.2%.
El dato oficial del IGAE correspondiente a mayo será publicado el próximo 26 de junio, pero el IOAE ya anticipa que la economía mexicana se encuentra en una fase de bajo dinamismo, con riesgos crecientes tanto internos como externos.
