México envió más de 60 mil millones de pesos en combustibles subsidiados a Cuba durante 2025, equivalentes a más de 3 mil millones de dólares. El monto ha generado críticas internas y tensiones diplomáticas con Estados Unidos, que cuestiona el uso de buques sancionados en las operaciones.

Solidaridad o subsidio político

Durante 2025, el gobierno mexicano intensificó su apoyo energético a Cuba con embarques de combustibles subsidiados que superaron los 3 mil millones de dólares (60 mil millones de pesos). La cifra triplica lo enviado en los últimos dos años del sexenio anterior y es comparable al presupuesto anual de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

• Periodo: Entre mayo y agosto de 2025 se realizaron los principales embarques.
• Mecanismo: Los envíos se hicieron vía la filial estatal Gasolinas Bienestar, dependiente de Pemex.
• Volumen: Más de 3 mil millones de dólares en combustibles.
• Comparación: Similar al presupuesto de la SSPC para 2026 (60.1 mil millones de pesos).
• Reducción posterior: Tras críticas de congresistas estadounidenses, los envíos cayeron drásticamente en septiembre y octubre, con apenas tres operaciones por unos 70 millones de dólares.

• Diplomáticas: Estados Unidos cuestionó los envíos, especialmente porque se usó el buque Sandino, incluido en la lista negra de la OFAC.
• Financieras: Analistas señalan que el subsidio presiona las finanzas de Pemex en un contexto de déficit presupuestal.
• Políticas: La medida se interpreta como parte de la estrategia de la 4T para reforzar la relación con La Habana, pese a críticas internas sobre prioridades nacionales y falta de transparencia Punto por Punto.
• Humanitarias: El gobierno justifica los envíos como apoyo ante la crisis energética cubana, marcada por apagones de hasta 20 horas diarias.



La narrativa oficial habla de “solidaridad energética”. Pero en la práctica, México regala a Cuba lo que aquí falta para hospitales, seguridad o infraestructura.

El contraste es brutal: mientras los ciudadanos enfrentan recortes y austeridad, el gobierno presume generosidad internacional.

En otras palabras, la gasolina viaja más rápido que las promesas de bienestar.