La presión empresarial influye en la política comercial de EU
La presión de diversos grupos empresariales estadounidenses ha comenzado a influir en las decisiones de política comercial, buscando mitigar el impacto de aranceles impuestos por la administración del presidente Donald Trump.
México, el mayor comprador de productos agrícolas de Estados Unidos como maíz, trigo, soya, arroz, cerdo, pollo y leche, está en el centro de esta tensión comercial. El presidente Donald Trump está considerando eximir ciertos productos agrícolas de los aranceles impuestos a Canadá y México, medida que se suma a la reciente decisión de posponer por un mes los aranceles a las importaciones de automóviles provenientes de ambos países.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, confirmó que la administración está evaluando exenciones específicas para productos esenciales como la potasa y los fertilizantes. En una reunión en la Casa Blanca, se discutieron estas posibles exenciones en un esfuerzo por aliviar las tensiones en el sector agrícola.
Funcionarios de la industria automotriz también han presionado para obtener una pausa en los aranceles, logrando una exención de un mes para las importaciones de vehículos. Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, señaló que la presión de distribuidores y restaurantes ha sido clave para esta pausa en los aranceles, dado el aumento de precios y la menor demanda.
Mientras tanto, la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas de México ha advertido sobre las graves repercusiones de estos aranceles en productos del campo, como el aguacate, tomate y berries. Además, Fitch Ratings ha señalado que los nuevos aranceles y las incertidumbres en las relaciones comerciales están empeorando el entorno empresarial para las empresas mexicanas.
Conclusión: La presión de diversos grupos empresariales en Estados Unidos está comenzando a tener efecto en la política comercial de la administración de Donald Trump.

Las posibles exenciones a ciertos productos agrícolas y la pausa en los aranceles a las importaciones de automóviles reflejan el impacto de esta presión en medio de las tensiones comerciales con México y Canadá. Sin embargo, las consecuencias económicas y las posibles represalias por parte de México siguen siendo motivo de preocupación para ambas naciones.