18 de junio de 1967 – En un momento que quedaría grabado en la historia de la música, Jimi Hendrix realizó una actuación legendaria en el Monterey Pop Festival. El festival, que se llevó a cabo en Monterey, California, fue un evento pionero que reunió a algunos de los artistas más influyentes de la época. Hendrix, ya conocido por su habilidad única con la guitarra, llevó su performance a otro nivel al concluir su actuación prendiendo fuego a su guitarra en el escenario. Este acto dramático no solo cautivó a la audiencia presente, sino que también se convirtió en un símbolo de la energía y el espíritu rebelde del rock. La quema de la guitarra fue un gesto audaz que resonó en todo el mundo, consolidando a Hendrix como un ícono del rock y un innovador musical. Su interpretación del himno nacional estadounidense también fue notable, mostrando su habilidad para fusionar el virtuosismo técnico con una profunda expresión emocional.