El anuncio de la “Tarjeta Dorada” ha generado diversas reacciones en el ámbito político y económico. Mientras algunos expertos consideran que esta medida podría atraer una significativa inversión extranjera y estimular la economía, otros critican la exclusividad del programa y su enfoque en los más adinerados.

El secretario de Comercio, Howard Lutnick, destacó que los solicitantes de la “Tarjeta Dorada” serán sometidos a rigurosas investigaciones para asegurar que sean ciudadanos globales de primera clase. Sin embargo, aún no se han detallado todos los requisitos específicos para obtener este visado, más allá del precio de cinco millones de dólares.

La propuesta también ha suscitado controversia debido a la posibilidad de que oligarcas rusos, algunos de los cuales han sido sancionados por Estados Unidos, puedan beneficiarse del programa. Trump mencionó que conoce a algunos oligarcas rusos que son “buenas personas” y que podrían permitirse pagar los cinco millones de dólares necesarios para obtener la “Tarjeta Dorada”.

En resumen, la “Tarjeta Dorada” se presenta como una iniciativa ambiciosa que busca atraer a individuos con alto poder adquisitivo, pero también enfrenta críticas y desafíos en su implementación.