Manuel Bartlett, ese ícono de la longevidad política mexicana, está a punto de convertirse en protagonista involuntario de una serie que ni Netflix se atrevió a escribir completa. Según fiscales de la Corte Federal de Brooklyn, el exdirector de la CFE y eterno sobreviviente del sistema, habría autorizado filtrar que el agente de la DEA Kiki Camarena era encubierto… y además habría ayudado a que Rafael Caro Quintero escapara del país. Sí, así tal cual, como en la serie. Solo que esta vez, sin actores. Con expediente judicial2.

El caso forma parte de la legendaria Operación Leyenda, esa investigación que lleva 40 años acumulando polvo y frustración. Pero ahora, con nuevos testimonios, grabaciones y pruebas, Bartlett está más cerca que nunca de ser imputado en tribunales estadounidenses. Y como buen político mexicano en apuros, ya pidió protección: que lo nombren embajador en algún país sin tratado de extradición. Porque claro, cuando el pasado te alcanza, lo mejor es que te manden a un lugar donde no te puedan devolver.

Pero la cosa no para ahí. Caro Quintero podría volverse testigo cooperante para evitar la pena máxima. ¿Y Bartlett? Sin cobijo institucional, sin fuero, sin trailer de huevo Bachoco. Y por si el guion necesitaba más drama, los fiscales también presionan a Genaro García Luna, por sus vínculos financieros con los Weinberg, proveedores de tecnología de seguridad en México. Porque si algo nos faltaba, era un spin-off financiero.

Y sí, ahora la maña ya no es solo crimen organizado: es terrorismo. Bartlett podría ser enjuiciado bajo la ley antiterrorista de Estados Unidos. ¿Y si se cae Bartlett? Se abre la cloaca completa. Nosotros ya preparando las palomitas, el sillón y el recap de los 80.

Próximamente: Bartlett, el expediente que no caduca.