China Llena el Vacío en América Latina Tras la Desaparición de USAID
En 2025, China planea invertir hasta 6000 millones de dólares en América Latina, un aumento del 15% respecto al año anterior. Esta inversión se destinará a su fondo de cooperación, enfocado en promover la industria y la infraestructura en la región. Este movimiento se produce en respuesta a la decisión de Donald Trump y Elon Musk de desmantelar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), lo que ha generado incertidumbre sobre la fiabilidad de Estados Unidos como socio.
Ante este vacío, diplomáticos chinos han instruido a sus pares latinoamericanos para aprovechar la oportunidad y fortalecer la presencia de Beijing en la región. Además, el gobierno chino está considerando la aceleración del reemplazo del sistema de transacciones SWIFT, favoreciendo el sistema BRIC Bridge, promovido por países del “Sur global”, en respuesta a los aranceles impuestos por Trump.
El secretario de Estado, Marco Rubio, está trabajando en la reestructuración de la USAID tras su desmantelamiento, en medio de acusaciones de corrupción. El presidente Xi Jinping también está explorando otras ventajas arancelarias que podrían surgir de las políticas comerciales de la Casa Blanca.
A nivel político, China está enviando un mensaje claro: con Trump en la Casa Blanca, Estados Unidos ya no es un socio confiable. Esto se destaca especialmente en el caso de México, donde Trump prometió a Claudia Sheinbaum un mes sin aranceles, pero poco después impuso un impuesto al acero. La decisión de Trump de cancelar las ayudas externas, un componente clave del “soft power” de Estados Unidos, ha generado preocupación en los círculos de poder en Washington.
Ante este vacío, diplomáticos chinos han instruido a sus pares latinoamericanos para aprovechar la oportunidad y fortalecer la presencia de Beijing en la región. Además, el gobierno chino está considerando la aceleración del reemplazo del sistema de transacciones SWIFT, favoreciendo el sistema BRIC Bridge, promovido por países del “Sur global”, en respuesta a los aranceles impuestos por Trump.
El secretario de Estado, Marco Rubio, está trabajando en la reestructuración de la USAID tras su desmantelamiento, en medio de acusaciones de corrupción. El presidente Xi Jinping también está explorando otras ventajas arancelarias que podrían surgir de las políticas comerciales de la Casa Blanca.
A nivel político, China está enviando un mensaje claro: con Trump en la Casa Blanca, Estados Unidos ya no es un socio confiable. Esto se destaca especialmente en el caso de México, donde Trump prometió a Claudia Sheinbaum un mes sin aranceles, pero poco después impuso un impuesto al acero. La decisión de Trump de cancelar las ayudas externas, un componente clave del “soft power” de Estados Unidos, ha generado preocupación en los círculos de poder en Washington.