En medio de la tercera jornada de disturbios que sacude a Francia tras la muerte de un joven de 17 años a manos de un agente de policía, el presidente Emmanuel Macron ha generado controversia al atribuir parte de la violencia a los videojuegos. Mientras las protestas se expanden por todo el país, especialmente protagonizadas por menores de edad, Macron hizo un llamado a los padres para que contengan a sus hijos y eviten que participen en estas manifestaciones, que han dejado a su paso 500 edificios asaltados y 1.900 coches incendiados.
En una reunión de emergencia de una célula de crisis interministerial creada para abordar estos disturbios, Macron sugirió que la violencia callejera se debe a la influencia de los videojuegos, afirmando que algunos jóvenes reproducen en la realidad lo que han aprendido en estos juegos. Sus declaraciones generaron debate, ya que utilizó un término peyorativo en francés para referirse a la supuesta «intoxicación» de los videojuegos en los jóvenes. Además, sorprendentemente, Macron no es el único líder político en criticar los videojuegos este año, ya que el presidente de Brasil, Lula da Silva, también los calificó como «porquería» y los responsabilizó de enseñar a matar a los niños.
Estas afirmaciones han generado controversia en la opinión pública y entre expertos, ya que se cuestiona si los videojuegos son realmente la raíz de la violencia en las calles. Mientras tanto, los disturbios continúan en Francia, y las autoridades se esfuerzan por contener la situación y encontrar soluciones efectivas para abordar las causas subyacentes de la violencia en la juventud.