Efeméride: 130 años de la caída en combate de José Martí, el Apóstol de la Independencia de Cuba
Hoy se conmemoran 130 años de la muerte de José Martí, político, poeta y héroe nacional cubano, quien falleció en combate el 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos, provincia de Oriente, durante la Guerra de Independencia contra España. Aunque su vida terminó lejos de su ciudad natal, La Habana, su legado permanece arraigado en el corazón de la nación que ayudó a forjar.
José Julián Martí Pérez nació en La Habana el 28 de enero de 1853. Desde joven, mostró un compromiso inquebrantable con la libertad de Cuba, lo que lo llevó al exilio y a una intensa labor como escritor, periodista y organizador político. Fundó el Partido Revolucionario Cubano en 1892, unificando a los exiliados y planeando la “Guerra Necesaria” para lograr la independencia definitiva. Su ideario antiimperialista y su visión de una América Latina unida quedaron plasmados en obras como Nuestra América y Versos Sencillos, cuyos versos inspiraron el himno Guantanamera.
Martí desembarcó en Cuba el 11 de abril de 1895, junto al general Máximo Gómez, para unirse a la lucha armada. A pesar de no ser militar, insistió en participar en el frente. El 19 de mayo, en Dos Ríos, ignoró las advertencias de Gómez y avanzó hacia una emboscada española. Vestido con un traje de campaña y sombrero de fieltro, fue alcanzado por tres balas que le causaron la muerte instantánea. Su cuerpo, recuperado por las tropas españolas, fue enterrado inicialmente en Remanganaguas y luego trasladado al Cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba.
En una carta inconclusa a su amigo Manuel Mercado, escrita el 18 de mayo, Martí dejó su testamento político:
“…de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América” .
Este documento refleja su preocupación por el expansionismo estadounidense y su compromiso con la soberanía latinoamericana.
Martí trascendió como símbolo de resistencia y unidad. Su pensamiento, centrado en la dignidad humana y la justicia social, influyó en movimientos independentistas y en figuras como Rubén Darío y Gabriela Mistral. Tras la Revolución Cubana de 1959, su ideario fue adoptado como pilar ideológico, y Fidel Castro lo proclamó “autor intelectual” del Asalto al Moncada.
En el arte, su muerte ha sido representada en obras como La muerte de Martí en Dos Ríos de Esteban Valderrama y Muerte de Martí de Alicia Leal, donde se fusionan realismo y simbolismo para honrar su sacrificio.
Cuba rinde homenaje con actos en el Monumento de Dos Ríos, conferencias y exposiciones artísticas. En Caracas, Venezuela, una ceremonia en la plaza que lleva su nombre reunió a diplomáticos y simpatizantes, destacando su visión integracionista. Además, se presentó una obra pictórica del artista Amaury Palacio Puebla, que retrata a Martí cabalgando en la manigua, símbolo de su vigencia.
A 130 años de su muerte, José Martí sigue cabalgando en la memoria colectiva como faro de libertad y ejemplo de que «la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida». Su llamado a la unidad y la dignidad resuena hoy más que nunca en una América Latina que enfrenta nuevos desafíos.