En un día como hoy, pero en 1931, el gánster estadounidense Al Capone fue sentenciado a prisión por evasión de impuestos, marcando el fin de una era en la historia del crimen organizado en Estados Unidos.

Después de años de actividad criminal, incluyendo contrabando de alcohol durante la Prohibición y estar implicado en una serie de asesinatos, Al Capone finalmente fue condenado por un delito que muchas veces atrapa a los criminales más notorios: la evasión de impuestos. La Agencia de Ingresos Internos había estado construyendo un caso sólido contra Capone, y finalmente, el 17 de octubre de 1931, fue condenado por un gran jurado en Chicago.

La sentencia de Capone fue de 11 años de prisión y una multa de 50,000 dólares, lo que equivaldría a varios millones de dólares en la actualidad. Fue enviado a la prisión de Alcatraz en 1934, donde cumplió parte de su condena. Su condena puso fin a su reinado como uno de los gánsteres más poderosos de la época y fue un hito en la lucha contra el crimen organizado en Estados Unidos.

A pesar de su notoriedad, Al Capone fue finalmente condenado por un delito financiero, lo que demuestra que la justicia a veces puede atrapar a los criminales más escurridizos a través de medios inesperados. Su historia sigue siendo un recordatorio de los esfuerzos para hacer cumplir la ley y llevar a los delincuentes ante la justicia, sin importar cuán poderosos sean.

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