El Papa Francisco será dado de alta mañana del Hospital Gemelli en Roma, tras más de cinco semanas de hospitalización debido a una neumonía severa en ambos pulmones. Durante su estancia, recibió tratamiento intensivo que incluyó oxígeno suplementario y transfusiones de sangre, ya que su condición llegó a ser crítica en algunos momentos.

Los médicos han indicado que necesitará al menos dos meses de reposo y rehabilitación en el Vaticano para asegurar su recuperación completa. A pesar de su delicado estado de salud, el Papa planea realizar su primera aparición pública desde su hospitalización, ofreciendo una bendición desde la ventana de su habitación en el hospital.

Esta hospitalización ha sido la más prolongada y seria de su papado, destacando su vulnerabilidad a enfermedades respiratorias debido a su historial médico, que incluye la pérdida de parte de un pulmón en su juventud. Sin embargo, su recuperación ha sido constante en las últimas semanas.