Elon Musk, el magnate tecnológico y exaliado de Donald Trump, ha lanzado una ofensiva pública contra el proyecto de ley fiscal insignia del presidente, calificándolo como una “abominación repugnante”. Su postura ha generado un terremoto político en el Congreso, donde los republicanos intentan asegurar la aprobación de la medida mientras enfrentan una creciente resistencia interna.

Musk rompe filas con Trump

La crítica de Musk llega en un momento clave: apenas días después de abandonar su puesto en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una iniciativa de la Casa Blanca para reducir el gasto federal. Su salida marcó un distanciamiento con la administración, y sus declaraciones han intensificado la presión sobre los legisladores que aún dudan en respaldar el paquete fiscal.

El proyecto de ley, aprobado por la Cámara de Representantes, busca extender los recortes fiscales de 2017, pero también eliminar gradualmente las exenciones fiscales para la compra de vehículos eléctricos y la producción de energía limpia. Tesla, la compañía de Musk, ha criticado duramente estos cambios, advirtiendo que podrían amenazar la independencia energética de EE.UU..

El impacto económico y político

El paquete fiscal de Trump reduciría los ingresos federales en 4 billones de dólares durante una década, mientras que añadiría 2.5 billones de dólares al déficit federal. Para compensar, el gobierno propone recortes masivos a programas sociales como Medicaid y cupones de alimentos, lo que ha generado una fuerte oposición entre los demócratas y algunos republicanos.

El senador Rand Paul, un conservador fiscal, ha sido uno de los más críticos, afirmando que la medida aumentaría demasiado la deuda nacional. Trump, en respuesta, lo atacó en redes sociales, llamándolo “loco” y acusándolo de no tener ideas prácticas.

La presión sobre el Senado

El líder republicano del Senado, John Thune, ha reconocido que la aprobación del proyecto será un desafío, ya que necesita 51 votos para avanzar. Mientras tanto, el Departamento del Tesoro advierte que EE.UU. podría quedarse sin capacidad de endeudamiento en agosto o septiembre, lo que ha llevado a Trump a insistir en que el techo de la deuda debe incluirse en la legislación.

Musk, por su parte, ha advertido que el proyecto “incrementará masivamente el déficit”, cargando a los ciudadanos con una deuda “devastadoramente insostenible”. Su postura ha sido respaldada por el senador Mike Lee, quien considera que la intervención del magnate podría complicar aún más la aprobación del paquete fiscal.

¿Qué sigue?

Con el Senado dividido y la presión aumentando, el futuro del proyecto fiscal de Trump sigue en el aire. La Casa Blanca ha minimizado las críticas de Musk, asegurando que el presidente “se aferra” a su propuesta. Sin embargo, la creciente oposición dentro del partido republicano podría retrasar la promulgación de la ley y generar una crisis política en los próximos meses.