El próximo 20 de noviembre, Donald Trump tomará posesión de la Casa Blanca para un segundo mandato, y ya ha colocado sus polémicos temas en la agenda de México. Desde declarar “terroristas” a los cárteles de la droga en México, hasta imponer aranceles a productos procedentes de su frontera sur y el inicio de deportaciones masivas, la nueva administración de Estados Unidos prepara su artillería para su socio comercial más importante.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha trazado una estrategia para enfrentar a un empoderado Trump, con dos generales de probada experiencia: los titulares de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de la Secretaría de Economía. Fuentes cercanas a la estrategia en Palacio confiaron a esta redacción que Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, prepara intervenciones quirúrgicas como el Operativo Enjambre en el Estado de México, donde se usó toda la fuerza del estado sin disparar una sola arma. Este operativo busca consolidar la seguridad en la capital nacional y en los estados de Morelos, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y Querétaro.

La estrategia incluye una toma total de la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad del centro político del país, con una presencia disminuida de los cárteles de la droga y un trazado claro de dónde pueden pasar sus mercancías sin acciones violentas. Además, se busca mantener la seguridad en grandes metrópolis como Nuevo León, Baja California y Jalisco. En Sinaloa, Harfuch, apodado “el Virrey de Culiacán”, supervisa la situación junto al gobernador Rubén Rocha Moya.

Marcelo Ebrard, secretario de Economía, es el segundo brazo de Sheinbaum para enfrentar a Trump. Ebrard lideró Operativos Limpieza contra productos ilegales de Asia en la Ciudad de México y Baja California, enfocándose en el comercio ilegal con China. La secretaria Rosa Icela Rodríguez, quien conoce bien el ritmo de trabajo del Gobierno Federal y los modos de Ebrard y Harfuch, facilita la coordinación de esta estrategia.

El gran talón de Aquiles de la administración federal ha sido la coordinación con los gobernadores, quienes juegan un papel crucial en la implementación de políticas de comercio y seguridad. La estrategia de Sheinbaum busca fortalecer esta colaboración para enfrentar los desafíos que plantea la nueva administración de Trump.