Exmilitares colombianos reclutados por el CJNG para para combatir y fabricar explosivos
En Uruapan, el 19 de febrero de 2025, un exmilitar colombiano, quien prefirió permanecer en el anonimato, ha señalado que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha estado reclutando soldados de Colombia bajo el pretexto de ofrecerles empleos en seguridad privada, pero una vez en México, los obligan a fabricar explosivos y participar en combates armados. Según su relato, la organización delictiva busca especialistas en manejo de armas y tácticas de guerra para mejorar sus técnicas en el uso de minas terrestres en Michoacán y otras regiones del país.
El exsoldado, conocido como «El Pascual», declaró que él y otros diez colombianos fueron engañados con una oferta laboral falsa y llevados a México, donde descubrieron que trabajarían para el CJNG. Después de seis años en el Ejército Nacional de Colombia, «El Pascual» dejó su vida militar y se dedicó al sector de la construcción. En 2023, encontró una oferta de empleo en internet que prometía trabajo como escolta en México, con vivienda, transporte y un salario de aproximadamente 34,000 pesos mexicanos. Sin trabajo, decidió postularse y fue contactado por un militar colombiano en activo que confirmó su idoneidad para el puesto. Recibió un boleto de avión a Cancún y, posteriormente, fue trasladado a Guadalajara, donde descubrió la verdad.
Al llegar a una residencia bien equipada, todo parecía normal. Sin embargo, al anochecer, fueron llevados a pie a una zona montañosa y se les informó que ahora formaban parte del CJNG. Según su testimonio, los exmilitares fueron obligados a participar en combates, ejecutar a civiles y plantar minas terrestres para atacar a las fuerzas de seguridad.
«El Pascual» logró escapar aprovechando un enfrentamiento y caminó varios días sin alimento ni agua hasta encontrar refugio en un grupo religioso que lo trasladó a un albergue cristiano, donde ahora ayuda a otros colombianos que también han escapado del cártel.
Las minas terrestres utilizadas por el CJNG y su aliado Los Viagras han evolucionado con mecanismos de activación complejos, como presión, control remoto o cables trampa. Otro exmilitar colombiano, Wilson Restrepo, detalló que estos artefactos se fabrican de manera artesanal y denunció que las autoridades estatales y militares podrían estar involucradas en el suministro de materiales explosivos.
Ante el incremento de minas terrestres en Michoacán, las autoridades han intensificado los operativos de seguridad en la región. Equipos del Ejército Mexicano han detectado y desactivado al menos 12 explosivos en Buenavista y Tancítaro. En un reciente operativo, dos militares murieron al detonar un artefacto en Paredes del Ahogado. Las investigaciones han revelado posibles vínculos entre empresas de Jalisco y el CJNG en la compra y traslado de materiales explosivos. La presencia de las fuerzas de seguridad se ha reforzado en Michoacán, mientras las comunidades desplazadas intentan regresar a sus hogares.
El exsoldado, conocido como «El Pascual», declaró que él y otros diez colombianos fueron engañados con una oferta laboral falsa y llevados a México, donde descubrieron que trabajarían para el CJNG. Después de seis años en el Ejército Nacional de Colombia, «El Pascual» dejó su vida militar y se dedicó al sector de la construcción. En 2023, encontró una oferta de empleo en internet que prometía trabajo como escolta en México, con vivienda, transporte y un salario de aproximadamente 34,000 pesos mexicanos. Sin trabajo, decidió postularse y fue contactado por un militar colombiano en activo que confirmó su idoneidad para el puesto. Recibió un boleto de avión a Cancún y, posteriormente, fue trasladado a Guadalajara, donde descubrió la verdad.
Al llegar a una residencia bien equipada, todo parecía normal. Sin embargo, al anochecer, fueron llevados a pie a una zona montañosa y se les informó que ahora formaban parte del CJNG. Según su testimonio, los exmilitares fueron obligados a participar en combates, ejecutar a civiles y plantar minas terrestres para atacar a las fuerzas de seguridad.
«El Pascual» logró escapar aprovechando un enfrentamiento y caminó varios días sin alimento ni agua hasta encontrar refugio en un grupo religioso que lo trasladó a un albergue cristiano, donde ahora ayuda a otros colombianos que también han escapado del cártel.
Las minas terrestres utilizadas por el CJNG y su aliado Los Viagras han evolucionado con mecanismos de activación complejos, como presión, control remoto o cables trampa. Otro exmilitar colombiano, Wilson Restrepo, detalló que estos artefactos se fabrican de manera artesanal y denunció que las autoridades estatales y militares podrían estar involucradas en el suministro de materiales explosivos.
Ante el incremento de minas terrestres en Michoacán, las autoridades han intensificado los operativos de seguridad en la región. Equipos del Ejército Mexicano han detectado y desactivado al menos 12 explosivos en Buenavista y Tancítaro. En un reciente operativo, dos militares murieron al detonar un artefacto en Paredes del Ahogado. Las investigaciones han revelado posibles vínculos entre empresas de Jalisco y el CJNG en la compra y traslado de materiales explosivos. La presencia de las fuerzas de seguridad se ha reforzado en Michoacán, mientras las comunidades desplazadas intentan regresar a sus hogares.