La Iglesia en Camino hacia 2028 Sinodalidad Una Visión de Futuro
El papa Francisco, desde el hospital Gemelli, aprobó el camino hacia una asamblea clave en el Vaticano en octubre de 2028 para dar continuidad al ‘Sínodo de la Sinodalidad’. Este proceso busca reforzar los principios de comunión, participación y misión, resultado del trabajo concluido en 2024 tras tres años de esfuerzos.
El Sínodo destaca la importancia de equipos sinodales conformados por sacerdotes, laicos, y otros miembros de la Iglesia, promoviendo su renovación y fortalecimiento. Estos equipos acompañarán la implementación de las recomendaciones, centradas en la escucha activa y la inclusión, aunque algunos sectores, como las mujeres, buscan mayor igualdad y apertura.
Entre 2027 y 2028 se realizarán asambleas evaluativas en niveles diocesanos y continentales para asegurar el cumplimiento de las reformas. Estas iniciativas reafirman el compromiso de la Iglesia con un discernimiento colectivo y transparente, que involucra a todas las comunidades en la aplicación de los lineamientos finales.
Cuál es el sentido de El Sínodo de la Sinodalidad .
El Sínodo de la Sinodalidad es un proceso convocado por el Papa Francisco en 2021 con el objetivo de transformar la Iglesia Católica hacia un modelo más participativo, inclusivo y orientado al diálogo. Su lema principal es: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Este enfoque busca fomentar la colaboración entre obispos, sacerdotes, laicos y comunidades locales, promoviendo la escucha activa y la toma de decisiones conjunta.
El proceso se ha desarrollado en varias etapas, incluyendo consultas a nivel local, nacional y continental, culminando en asambleas globales en el Vaticano en 2023 y 2024. El documento final del Sínodo ya forma parte del magisterio de la Iglesia, lo que implica que sus orientaciones deben ser implementadas en las diócesis y comunidades de todo el mundo.
Actualmente, el Papa Francisco ha aprobado un calendario de encuentros hasta 2028 para consolidar los avances logrados y garantizar que la sinodalidad se convierta en una dimensión esencial de la vida eclesial.
En conclusión, este plan refleja la visión del papa Francisco de una Iglesia más cercana, inclusiva y con una misión definida, que sigue avanzando hacia el fortalecimiento de los lazos sinodales.
