El nuevo papa ha sido elegido y ha pasado a la Sala de las Lágrimas, un espacio reservado dentro del Vaticano donde se viste con las vestiduras papales antes de su primera aparición pública.

Esta sala, cuyo nombre evoca la emoción y el peso del momento, ha sido testigo de la reflexión y oración de muchos pontífices recién elegidos.

En breve, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti anunciará su nombre desde el balcón de la Basílica de San Pedro, seguido de la tradicional bendición Urbi et Orbi.