Terror en Jerusalén: el ataque que reaviva la guerra urbana en Israel
La mañana del lunes 8 de septiembre, Jerusalén volvió a ser escenario de un ataque terrorista que dejó al menos seis personas muertas y más de 20 heridas, varias en estado crítico. Dos hombres palestinos, armados con metralletas artesanales tipo Carlo, abrieron fuego en la parada de autobús de Ramot Junction, una de las principales entradas a la ciudad. El objetivo: cualquier civil a la vista.
Entre las víctimas se encuentran ciudadanos israelíes, un español recién casado que había inmigrado a Israel, y una mujer argentina de 60 años. Los atacantes fueron abatidos en el lugar por un soldado israelí y un civil armado que se encontraba en la zona.
El contexto: una ciudad sitiada por la tensión
El ataque ocurre en medio de una escalada de violencia entre Israel y grupos armados palestinos, en particular Hamás, que celebró el atentado como una “respuesta natural” a lo que califican como “genocidio” en Gaza. La Autoridad Palestina, por su parte, condenó el ataque, intentando marcar distancia del discurso de las facciones más radicales.
El primer ministro Benjamin Netanyahu visitó el lugar del atentado y prometió “medidas aún más severas” contra los responsables y sus cómplices. “Estamos en guerra contra el terrorismo en varios frentes”, declaró.
¿Ataque aislado o patrón creciente?
Este atentado es el más mortífero en Jerusalén desde octubre de 2023. Las fuerzas de seguridad israelíes han intensificado operativos en Cisjordania, especialmente en Jenin y Ramallah, en busca de posibles cómplices. Las armas utilizadas, improvisadas y de fabricación casera, reflejan el tipo de armamento que circula en redes clandestinas dentro de los territorios ocupados.
Porque claro, cuando dos hombres armados disparan contra un autobús lleno de civiles, no hay espacio para matices diplomáticos. Israel no enfrenta solo un conflicto territorial: enfrenta una guerra urbana donde el enemigo no siempre lleva uniforme, pero sí lleva intención. Y mientras algunos celebran el ataque como “heroico”, otros lo condenan como “tragedia”. La diferencia entre resistencia y terrorismo, al parecer, depende del comunicado que se lea.
Pero lo que no depende de interpretación es esto: seis personas murieron esperando el transporte público. Y si eso no es terrorismo, entonces que alguien nos explique qué sí lo es.
