Venezuela: represión selectiva tras elecciones y negociaciones internacionales
La líder opositora María Corina Machado denunció esta semana una “brutal ola de represión” en Venezuela, con más de 20 personas detenidas o desaparecidas en apenas 72 horas, según comunicados de su equipo. Las víctimas incluyen dirigentes opositores y testigos de mesa de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) calificó como fraudulenta la reelección de Nicolás Maduro.
Esta nueva arremetida ocurre justo después de un intercambio de presos entre Venezuela, Estados Unidos y El Salvador, en el que se liberaron diez ciudadanos estadounidenses y un grupo de presos políticos, a cambio de la repatriación de 252 migrantes venezolanos desde una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
Patrón de represión: la “puerta giratoria”
Machado y otros líderes opositores advierten que el régimen aplica una política de “puerta giratoria”: libera selectivamente a algunos detenidos mientras encarcela a nuevos opositores, manteniendo activa la persecución política.
“La represión no cesa, solo se redistribuye”, señala el comunicado difundido por Machado.
Además, se denuncia que la privación de libertad se ha convertido en una herramienta de negociación política, dentro de lo que llaman una “diplomacia de rehenes y castigos selectivos”…
Machado, actualmente en la clandestinidad, hizo un llamado urgente a la comunidad internacional y a organismos de derechos humanos para que intensifiquen sus acciones.
🗣️ “Más de 900 personas siguen presas o desaparecidas por razones políticas. La justicia internacional tiene la obligación de hacer responsables a los perpetradores”, afirmó.
ONGs como Foro Penal confirmaron la excarcelación de 57 presos políticos en días recientes, pero advierten que las cifras oficiales no coinciden con los hechos, y que solo una mujer ha sido liberada hasta ahora.
La situación en Venezuela refleja un patrón sistemático de represión que se intensifica tras eventos electorales y negociaciones diplomáticas. La estrategia del régimen parece combinar liberaciones estratégicas con nuevas detenciones, en un juego político que deja a cientos de familias en incertidumbre y vulnerabilidad.
La presión internacional ha sido útil en el pasado, pero hoy no basta. La exigencia de justicia, transparencia y respeto a los derechos humanos se vuelve más urgente que nunca.
Por: César Olvera:
Caracas, Venezuela | Julio 23, 2025
Contexto político y detonante