Los analistas y expertos en el tema de finanzas coinciden en que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se ha caracterizado por episodios de volatilidad, pero no por fuga de capitales. Afirman que, por el contrario, se sigue observando apetito por el país, «Nearshoring»: el multimillonario boom industrial que vive México como alternativa al «Made in China», y eso se ve reflejado en indicadores como el tipo de cambio.


Mario Correa, economista independiente, sostiene que «está mal caracterizado decir que se registra una baja de tenencia en los bonos extranjeros». Reconoce que ha habido una baja en la tenencia de valores gubernamentales por residentes en el extranjero, pero advierte que por otro lado, ha habido mayores entradas en otros renglones de la balanza de pagos. «Lo que ha habido es volatilidad, en donde ha habido flujos tanto al alza como a la baja», agrega.


En el mismo tenor, Luis Gonzali, codirector de inversiones en Franklin Templeton, precisa que esa baja en la tenencia de bonos se debió por la pandemia. «Vimos una desinversión a nivel mundial en países emergentes y estuvo relacionado con estos elementos externos, no internos», agrega.


Gonzali explica que a partir de octubre de 2022 ya se ve una recuperación en esas desinversiones, aunque aún no se recupera del todo. De acuerdo con los datos, La tenencia de bonos por extranjeros alcanzó hasta los 2.2 billones de pesos antes de la pandemia y luego cayó hasta tocar un mínimo de 1.5 billones en octubre de 2022.


A poco más de un año de ese episodio actualmente se contabiliza en 1.8 billones, lo cual fue considerado por ambos especialistas como algo positivo y que responde a que «hay apetito por México», como señala Gonzali.


Este apetito, explican ambos analistas, se debe principalmente al diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, a que la divisa mexicana sigue fortalecida (el 2023 se apreció 13% frente al dólar) y a que el país retiene el grado de inversión, a diferencia de sus pares en la región.


Correa señala que, en el caso de que se estuviera observando efectivamente una fuga de capitales eso se observaría en una moneda menos fuerte, caídas en Bolsa y tasas de interés de bonos más altas.


Aunque para este año las cosas no son tan claras, pues México y Estados Unidos enfrentan elecciones presidenciales, lo que podría poner pausa a nuevas inversiones. Para los especialistas es el resultado de las elecciones estadounidenses lo que genera mayor inquietud, sobre todo ante la posibilidad de que Trump vuelva a ser el candidato por el partido Republicano.


En resumen, los analistas sostienen que la fuga de capitales en México durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador ha sido un fenómeno menor, que se ha visto compensado por otros factores como el diferencial de tasas de interés con Estados Unidos, el fortalecimiento del peso mexicano y el grado de inversión del país. Sin embargo, reconocen que la incertidumbre generada por las elecciones presidenciales en México y Estados Unidos podría poner pausa a nuevas inversiones en el país.

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