Reportero de Policíacas
Las quejas de la ciudadanía chihuahuense han sido constantes ante la expansión del campamento y la falta de presencia policial en la zona. Se reportan incidentes de robo alrededor de las calles cercanas al campamento, especialmente al ingresar o salir de establecimientos como la tienda Oxxo. Los denunciantes señalan que, si bien reconocen que no todos los migrantes tienen intenciones de robar, la situación genera un clima de inseguridad que necesita ser abordado por las autoridades.
El campamento, que alberga a personas de todas las edades y condiciones, se ha convertido en un refugio improvisado para aquellos que buscan llegar a la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez en su camino hacia los Estados Unidos. Se observa a niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y jóvenes cubriéndose del frío y la lluvia con casas de campaña improvisadas y cobijas, mientras pasan las noches en la capital del estado.
A pesar de las dificultades, la solidaridad de la comunidad no se hace esperar. Personas llegan al campamento con burritos, cafés y otros alimentos para ayudar a los migrantes a sobrevivir, mientras que otros donan cobijas, ropa y chaquetas para protegerse del clima. Sin embargo, la situación sigue generando una mezcla de expectación, asombro y tristeza entre los residentes locales, quienes ven cómo estas personas enfrentan un viaje lleno de desafíos en busca del sueño americano.
