El exgobernador de Chihuahua, César Duarte, logró evadir la audiencia intermedia de su proceso por peculado, luego de que la juez Delia Valentina Meléndez Olivas otorgara un receso indefinido debido a una afección cardiaca que lo hospitalizó desde el domingo pasado.

La petición del imputado para conectarse mediante un dispositivo fue negada, ya que la presencia física es indispensable para garantizar la igualdad de las partes. ¿Por qué se permite que alguien que enfrenta cargos por corrupción tenga la oportunidad de evadir su responsabilidad bajo el pretexto de una afección médica?

Cabe recordar que César Duarte es acusado de desvío de recursos públicos durante su administración como gobernador, dejando un estado en crisis financiera y social. ¿Qué más pruebas necesita la justicia para demostrar su culpabilidad?

La justicia debe actuar de manera firme y garantizar que este tipo de situaciones no se vuelvan a repetir, sin importar el estatus social o político del imputado. La sociedad chihuahuense exige justicia y no permitirá que los responsables de la corrupción queden impunes.