La gobernadora María Eugenia Campos Galván aseguró que será el estado de Chihuahua quien tome la decisión sobre si se aporta agua a Estados Unidos, en el marco del cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944. Esto, tras sostener una reunión con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, en la que se plantearon posibles rutas de acción para enfrentar la crisis hídrica en la entidad.

En entrevista radiofónica, la mandataria estatal manifestó su disposición de trabajar coordinadamente con la próxima administración federal que encabezará Claudia Sheinbaum, siempre en un marco de respeto a la soberanía estatal.

Uno de los escenarios que se encuentra en análisis es el posible uso de agua de la presa El Granero, ubicada en el noroeste del estado, la cual actualmente se encuentra al 59 por ciento de su capacidad, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Sin embargo, Campos Galván recalcó que antes de tomar una decisión, se llevará a cabo un diálogo abierto con el sector agrícola de la región.

“Es una determinación que no se tomará de manera unilateral ni inmediata”, señaló, al destacar que el cumplimiento del tratado se analizará con base en las condiciones locales y la disponibilidad real del recurso.

La gobernadora también recordó que Chihuahua ha vivido una sequía severa durante los últimos cuatro años, lo que ha afectado gravemente al sector agropecuario. Las presas del estado se encuentran, en promedio, a un 15 por ciento de su capacidad, lo que ha impedido el desarrollo del ciclo agrícola 2025 y generado pérdidas considerables, como la desaparición de la mitad del hato ganadero y la pérdida de 200 mil hectáreas de cultivo.

En ese sentido, reiteró que no existe presión por parte del Gobierno Federal en torno al tema, ni en materia de seguridad ni en la firma de convenios, lo cual —dijo— ha permitido que las decisiones se tomen desde lo local y con base en el diálogo técnico y social.