Clases hasta las 10, camiones hasta las 8: el dilema diario de los estudiantes de la UACJ
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
Durante una rueda de prensa en el Congreso del Estado, el coordinador de los diputados de Morena, Cuauhtémoc Estrada, abordó una problemática recurrente que afecta a estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ): la falta de transporte público adecuado para quienes asisten a los institutos como ICSA, ICB e Ingeniería.
El diputado explicó que, aunque la UACJ cuenta con rutas establecidas a través del sistema Indiobus, estas solo benefician a los estudiantes del campus central ubicado al sur de la ciudad. Sin embargo, quienes estudian en otros institutos enfrentan graves dificultades debido a la ausencia de servicios especializados y la limitación en los horarios del transporte público convencional, cuyas operaciones concluyen entre las 7 y 8 de la noche, mientras que algunas clases terminan a las 10 de la noche.
Ante esta situación, Estrada señaló que los estudiantes tienen que recurrir a opciones costosas, como taxis o vehículos de plataforma, para regresar a sus hogares, lo cual representa una carga económica adicional. Este problema ha generado descontento entre la comunidad universitaria, incluso llevando a algunos estudiantes a plantear manifestaciones para exigir soluciones.
Como posibles alternativas, el legislador propuso que la UACJ retome las rutas internas que anteriormente existían, tal como se hacía en 2019, cuando el servicio conectaba diversos institutos, incluidos ICSA, ICB y YADA. Además, destacó la necesidad de que las autoridades del transporte público dialoguen con los concesionarios para ampliar los horarios de operación y garantizar un servicio más accesible para los estudiantes durante las noches.
“Es una cuestión pendiente que debe ser atendida tanto por la universidad como por las autoridades responsables del transporte”, afirmó Estrada, quien aseguró que presentará formalmente estas propuestas para buscar una solución integral a este problema.
Por ahora, la comunidad estudiantil espera respuestas concretas que les permitan movilizarse de manera segura y económica, evitando así que esta situación limite su acceso a la educación superior.