El estado de Chihuahua ha experimentado un pequeño aumento en los casos positivos de COVID-19 en las últimas semanas, pero las autoridades de salud han asegurado que no se tomarán medidas adicionales, como el uso obligatorio de cubrebocas o la implementación de la sana distancia, ya que la cifra actual no es motivo de alarma. El Secretario de Salud, Gilberto Baeza Mendoza, explicó que la preocupación real radicaría en un incremento en las hospitalizaciones y las defunciones. 

Baeza Mendoza enfatizó que el COVID-19 se ha convertido en una enfermedad endémica que probablemente no desaparecerá, y es esencial que la población aprenda a convivir con ella de manera segura y responsable. Sin embargo, señaló que las medidas preventivas, como la vacunación y el uso voluntario de cubrebocas, siguen siendo importantes y se deben promover. 

En cuanto a las cifras, se informó que en la semana epidemiológica 33 se registraron 89 casos nuevos de COVID-19, lo que representa una disminución del 1.1% en comparación con la semana 32. Aunque se ha producido un aumento leve, las autoridades consideran que no es motivo suficiente para tomar medidas restrictivas adicionales. 

Actualmente, el estado de Chihuahua presenta una tasa de incidencia de 3.1 casos activos por cada 100,000 habitantes en los últimos 14 días, lo que se considera una cifra relativamente baja en comparación con picos anteriores de la pandemia. 

En términos de capacidad hospitalaria, según el informe de 18 hospitales, no se reportan pacientes con atención en áreas generales para COVID-19 ni en el área de terapia intensiva hasta la fecha. 

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