Entre vítores y protocolo: el Grito de Maru Campos en Chihuahua
Chihuahua, Chih. En el marco del 215 aniversario del inicio de la Independencia de México, la gobernadora María Eugenia Campos Galván encabezó la tradicional ceremonia del Grito desde el balcón del Palacio de Gobierno, ante miles de asistentes congregados en la Plaza del Ángel.
La mandataria pronunció las arengas que recuerdan a los héroes de la patria, pero esta vez incluyó vítores que marcaron una diferencia simbólica: “¡Viva la dignidad de todos y cada uno de los chihuahuenses!” y “¡Viva la unidad de los chihuahuenses!”, frases que resonaron entre la multitud y que buscaron proyectar un mensaje de cohesión social en tiempos de polarización política.
Ceremonia institucional
Previo al acto protocolario, Campos realizó una guardia de honor en el Altar a la Patria, acompañada por representantes de los tres Poderes del Estado: Marcela Herrera, presidenta del Tribunal Superior de Justicia; Marco Bonilla, alcalde de Chihuahua; Santiago de la Peña, secretario General de Gobierno; y Memo Ramírez, presidente del Congreso local.
También estuvieron presentes mandos militares de la 5ª Zona.
La ceremonia incluyó el tradicional toque de campana, el ondeo del lábaro patrio y la entonación del Himno Nacional y del Himno de Chihuahua. El evento cerró con un espectáculo de luces y pirotecnia, acompañado por presentaciones musicales de artistas como Aída Cuevas y Alfredo Olivas.
Aunque el evento reafirmó el carácter institucional del gobierno estatal, también dejó entrever una narrativa cuidadosamente construida: la exaltación de la paz, la unidad y la dignidad como valores centrales del discurso oficial. Sin embargo, para algunos sectores críticos, estas arengas contrastan con los desafíos cotidianos que enfrenta la ciudadanía: inseguridad, falta de acceso a servicios básicos y tensiones políticas que no se resuelven con vítores.
En Chihuahua, el Grito se escuchó fuerte y claro.
Pero la verdadera independencia —la que exige dignidad, justicia y congruencia— aún espera ser proclamada más allá del balcón.