Reportero de Policiacas

La actuación de la Lic. Lorena Martínez Vigil, coordinadora de la Unidad Especializada en Delitos contra la Familia de la Fiscalía de Chihuahua, ha sido duramente cuestionada en un caso reciente que involucra a una menor de edad. En esta ocasión, la funcionaria entregó a una menor a su madre a pesar de estar al tanto de que la niña sufría abusos físicos por parte de ella.

Esto ocurrió incluso cuando el padre de la menor, Erick Eduardo, tenía en su poder un documento del DIF que instruía la integración de la niña al núcleo familiar con su padre.La problemática comenzó cuando Erick Eduardo fue alertado por su hija sobre los abusos físicos que padecía.

Tras corroborar estos abusos con la Fiscalía de la Mujer, la menor fue puesta a disposición del DIF, la máxima autoridad en protección de niños, niñas y adolescentes, que determinó que debía quedarse con su padre.Sin embargo, al acudir a la Fiscalía de la Unidad de Delitos Sexuales y Contra la Familia, el padre fue atendido por la ministerio público Lorena Martínez Vigil, quien ignoró el documento del DIF y devolvió a la niña a su madre abusiva.

la coordinadora habría reintegrado por la fuerza a una niña con su madre, a pesar de existir acusaciones de maltrato físico y psicológico, así como una orden previa del DIF para integrar a la menor con su padre.

Martínez Vigil desestimó evidencias, amenazó con detener al padre, se burló de las abogadas e ignoró resoluciones legales previas. Su proceder ha sido calificado como negligente y potencialmente dañino para el bienestar de la menor.

Este grave error no solo pone en riesgo la integridad de la menor, sino que evidencia la negligencia y falta de criterio de Martínez Vigil en su labor.Cabe señalar que no es la primera vez que Lorena Martínez Vigil se ve envuelta en controversias.

Su carácter prepotente y su inexperiencia en el manejo de asuntos delicados han sido criticados anteriormente. Estos incidentes plantean serias dudas sobre su capacidad para desempeñar su función y han llevado a cuestionar si personas como ella hacen más daño que bien en la resolución de situaciones tan sensibles.

Es urgente que las autoridades revisen y tomen medidas ante la actuación de Martínez Vigil. La seguridad y bienestar de los niños y adolescentes deben ser la prioridad, y errores como este no pueden ser tolerados.

Un llamado a la acción es imprescindible para garantizar que quienes están a cargo de proteger a los más vulnerables actúen con la responsabilidad y el cuidado que sus roles demandan.Permitir que una persona como Lorena Martínez Vigil permanezca en un puesto donde afecta a menores es una infracción mayor que cualquier otra.

Las autoridades deben actuar de inmediato para evitar más daños y asegurar que quienes ocupan estos cargos estén verdaderamente capacitados para proteger a los menores.

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