El presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, Álvaro Bustillos, advirtió que el cierre de la frontera a la exportación de ganado, implementado tras la detección del gusano barrenador, ha comenzado a ser utilizado con fines políticos en Estados Unidos.

De acuerdo con el dirigente, la secretaria del Departamento de Agricultura de ese país, Brooke Rollins, estaría capitalizando la situación como parte de su estrategia electoral rumbo a la gubernatura de Texas.

Bustillos señaló que, si bien existe un acuerdo de regionalización firmado recientemente entre autoridades sanitarias de México y Estados Unidos, el documento no ha sido divulgado ni compartido con los productores pecuarios, lo que mantiene a la industria en un escenario de incertidumbre.

Explicó que el plan contempla acciones conjuntas entre Senasica y su contraparte estadounidense; sin embargo, la falta de transparencia abre la posibilidad de que se tomen medidas unilaterales que afecten a ambos lados de la frontera.

El líder ganadero recalcó que las restricciones impuestas impactan directamente no solo a los productores mexicanos, sino también a los estadounidenses, ya que la mayor parte del valor agregado de la cadena productiva se concentra en aquel país, donde los inventarios de engorda se encuentran en niveles históricamente bajos.

“Si la situación se prolonga, estarán en riesgo los corrales de engorda y las empacadoras en Texas y otros estados, lo que inevitablemente repercutirá en el precio de la carne para los consumidores”, afirmó.

Finalmente, Bustillos confió en que, en un plazo no mayor a dos meses, se logre estabilizar el escenario y se reactive el comercio, siempre y cuando se privilegie la coordinación técnica entre ambos gobiernos por encima de los intereses políticos.