Soy solo una mujer, una ciudadana, una madre más, creyente de las instituciones y con una fe sólida en Dios, por lo que, solicito como madre indignada, se sumen, se solidaricen conmigo, ya que un policía mata a mi hija EN LA PUERTA DE MI CASA, le da un balazo en su rostro, la arrolla por lo menos en dos ocasiones, y no se conformó con su sangre, nos sigue violentando como familia, pues ahora nos ofende con una serie de comunicados sin contexto alguno. ¿Con que fin?, que gana con esta conducta tan desproporcionada para una familia respetuosa y callada quien no participa en medios como lo hace la de él.

Siento que nos sigue atropellando de nuevo como hizo con mi hija, pero ahora como familia, pues está gozando de una pluma amarillista e infame.
Estoy obligada a alzar la voz, contextualizar lo que está sucediendo. Soy una madre rota, incompleta, somos una familia muy lastimada. Hago un llamado para que te sumes a este ahogado grito de dolor que nos consume para buscar JUSTICIA, toda vez que se le dicto pena mínima, ¡INJUSTICIA TOTAL!, es un hombre desalmado.

Mi hija estaba reunida con dos amigas, compañeras de trabajo, este policía se suma, (invitándose a través de otra de las chicas allí reunidas). Convive un rato y solicita a mi hija le indique un Oxxo para abastecerse. Ella lo conduce, segundos después ella grita dentro de la sala de nuestra casa, sorprendida con alguna acción del policía, salen, dan el portazo se arrancan, minutos más tarde vuelven, se oye discusión, un grito desgarrador, el balazo y huye inmediatamente el policía.
Mujeres, no podemos esperar que nuestras familias sigan siendo sorprendidas por conductas de hombres de corazón podrido. Sumémonos.
¡NI UNA MUERTA MÁS, DESPIERTA CHIHUAHUA!

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