Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Esta tarde de sábado, frente al imponente Palacio de Gobierno, un grupo de mujeres encabezadas por Luisa Fernanda Camacho se congregó para exigir justicia por la dolorosa separación de sus hijos. La manifestación tiene como objetivo denunciar las injusticias que muchas madres enfrentan al ser arrebatadas ilegalmente de la convivencia con sus hijos.

En una entrevista, Luisa Fernanda Camacho explicó la motivación detrás de la manifestación: «Venimos a pedir justicia por todas las madres que en estas fechas no pudieron pasar y convivir con sus hijos, por la injusticia de que son arrebatadas de sus brazos injustamente, ilegalmente, por mentiras de parte de los padres y de la familia, de parte del agresor.»

La protesta busca visibilizar la problemática de la violencia vicaria, que afecta a mujeres que, tras la separación o el divorcio, enfrentan acusaciones falsas y obstáculos para ejercer su derecho a la convivencia con sus hijos. Las participantes enfatizan que su lucha no es contra los hombres en general, sino contra aquellos que perpetran la violencia y manipulan la situación para dañar a las madres y separarlas de sus hijos.

Cuando se le preguntó sobre la fecha especial para esta manifestación, Camacho respondió: «No hay una fecha en especial en la que celebramos la violencia vicaria, pero lo hacemos viral todo el año. Hacemos manifestaciones, hacemos plantones. Pacíficamente todo es pacífico, porque lo que queremos es justicia, no una guerra.»

En este testimonio, las mujeres afectadas relatan las diversas situaciones que las llevan a perder la convivencia con sus hijos, destacando que el objetivo final es que los niños tengan el derecho de convivir con ambos padres, a pesar de la separación.

La manifestación, llevada a cabo de manera pacífica, busca sensibilizar a la sociedad y a las autoridades sobre la importancia de abordar y prevenir la violencia vicaria, asegurando un ambiente propicio para el bienestar de los niños y el derecho de las madres a ser parte activa de sus vidas.

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