Multitudinaria jornada guadalupana llena de fe, color y tradición en el Santuario
Desde primeras horas de este viernes, una marea de fieles católicos se volcó al Santuario de la Virgen de Guadalupe para celebrar uno de los días más significativos del calendario religioso. Entre cánticos, pasos apresurados y el inconfundible aroma a flores frescas, miles de devotos llegaron para cumplir mandas, agradecer milagros o simplemente rendir homenaje a la “Morenita”.
El santuario luce completamente abarrotado. Las ofrendas —ramos, arreglos florales y veladoras— no solo cubren el altar, sino que se extienden hasta las escalinatas y los accesos exteriores. Algunas familias, cargando imágenes y flores, esperan pacientes bajo el sol para ingresar, mientras otras prefieren elevar su oración desde los pasillos o jardines.
A lo largo de la mañana se han celebrado misas cada hora, una dinámica que continuará hasta las 12:30 del mediodía. Posteriormente se retomarán las ceremonias encabezadas por el arzobispo Constancio Miranda Weckman, quien presidirá la tradicional celebración central.
El ambiente alrededor del santuario es igual de colorido: matachines avanzan al ritmo de tambores y sonajas, puestos de comida ofrecen antojitos para los visitantes, y vendedores de artículos religiosos, flores e imágenes aprovechan la alta afluencia para mostrar sus productos. Para quienes lo requieren, se han dispuesto sillas especiales que permitan su participación en las ceremonias sin contratiempos.
Autoridades religiosas anticipan que hoy será el punto máximo de actividad en la zona, con el cierre de las peregrinaciones y la llegada constante de fieles durante toda la jornada.
La fiesta en honor a la Virgen de Guadalupe continúa, envuelta en devoción, tradición y un ambiente profundamente emotivo.
