“Nadie está obligado a lo imposible”: Maru ante exigente por cumplimiento del Tratado de Aguas
Ante la creciente presión por el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, reiteró que el estado no se encuentra en condiciones de ceder agua a Estados Unidos, debido a la situación crítica de sequía extrema que enfrenta.
“Nadie está obligado a lo imposible”, subrayó la mandataria al referirse a la obligación de entregar agua del río Bravo al país vecino. “Chihuahua es el único estado del país calificado en este momento con una sequía extrema. No podemos dar lo que no tenemos”, afirmó.
Campos Galván explicó que actualmente se mantienen conversaciones con el Gobierno federal y, próximamente, también con autoridades estadounidenses, en busca de una solución que respete tanto los compromisos internacionales como la realidad hídrica del estado. “Queremos cumplir y honrar nuestros compromisos con el Gobierno de los Estados Unidos, con el gobierno de Texas, pero eso implica sentarnos a dialogar y encontrar alternativas viables”, aseguró.
La gobernadora también informó que ya ha sostenido reuniones con el nuevo embajador de Estados Unidos en México para plantear la gravedad del escenario chihuahuense. “No está en el olvido ni en la omisión, simplemente no podemos cumplir con algo que pone en riesgo a nuestra población, a nuestros productores y nuestras ciudades”, agregó.
Cabe recordar que el Tratado de Aguas de 1944 establece que México debe entregar un volumen promedio de 432 millones de metros cúbicos anuales del río Bravo a Estados Unidos, medido en ciclos de cinco años. No obstante, el propio tratado contempla excepciones en caso de fuerza mayor, como la falta de lluvias, lo cual ha sido invocado por autoridades locales.
La exigencia por parte de Estados Unidos ha generado gran preocupación en el norte del país, especialmente en Chihuahua, donde las presas se encuentran en niveles alarmantemente bajos. Productores agrícolas y ciudadanos han manifestado su respaldo a la postura del gobierno estatal, ante la creciente presión por el uso del agua en un contexto de escasez extrema.