En una manifestación, padres de familia se congregaron frente a la secundaria técnica número 61 en Chihuahua para exigir al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que ponga fin al paro de labores en las escuelas. La protesta surge en medio de la controversia por la suspensión de clases debido a la supuesta imposición de nuevos libros de texto por parte del sindicato.
Los padres, visiblemente molestos, recalcaron que la escuela no debe ser vista como una mera guardería, refutando los comentarios de algunos maestros que insinuaban que los padres solo querían dejar a los niños en la escuela sin importar el motivo. En específico, se mencionó que algunos maestros estaban dispuestos a impartir clases, pero se sentían limitados debido a la presión para cerrar las escuelas.
Durante la protesta, los alumnos, vestidos con sus uniformes escolares, se congregaron afuera del plantel esperando en vano que se abrieran las puertas. Ante la falta de respuesta, los estudiantes se retiraron frustrados de la escena.
En un vistazo a la situación en el lugar, se observaron tres realidades contrastantes: la primera escuela se encontraba vacía con una cartulina que anunciaba el paro, mientras que en la secundaria, los padres demandaban la reapertura de la escuela. Por otro lado, una escuela privada operaba con normalidad, recibiendo a los estudiantes sin interrupciones.
Las tensiones continúan en torno al cierre de las escuelas, mientras los padres de familia y los estudiantes esperan una pronta resolución a la disputa entre el SNTE y las autoridades educativas.