El secretario general de gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, destacó las discrepancias en los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Migración (INM) y la realidad que se observa en el estado de Chihuahua con respecto al flujo migratorio. Enfatizó que esta situación se evidenció recientemente, cuando alrededor de 500 migrantes fueron detenidos al descender de trenes cerca de Samalayuca.

«Es una diferencia en los datos que nos presenta el Instituto Nacional de Migración y lo que estamos viendo en la realidad», comentó de la Peña Grajeda. Añadió que el flujo migratorio continúa, y reiteró la solicitud al INM y al Gobierno Federal para que intervengan y establezcan medidas que regulen este fenómeno.

La posición del Gobierno del Estado no es en contra de los migrantes, aseguró de la Peña Grajeda, reconociendo su derecho a la movilidad. Además, destacó que Chihuahua siempre ha estado dispuesto a brindar apoyo en salud y alimentación. Sin embargo, señaló el riesgo latente de una crisis humanitaria en Ciudad Juárez, que es una escala clave antes del deseo de muchas personas de cruzar hacia Estados Unidos.

Para hacer frente a esta situación, el gobierno municipal de Ciudad Juárez ha dispuesto un albergue de puertas abiertas. A pesar de estos esfuerzos, la llegada continua de migrantes plantea la necesidad de coordinación y atención para evitar posibles crisis humanitarias y ajustar los datos de las personas que están llegando de manera más precisa.

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