Crisis en la producción de Pemex provoca Nuevas alianzas estratégicas.
Uno de los grandes desafíos que enfrenta la nueva administración de Pemex es el declive en la producción y reservas, lo que obliga al gobierno de Claudia Sheinbaum a reconsiderar acuerdos con privados, aunque bajo un esquema diferente al de Enrique Peña Nieto.
La producción de crudos de Pemex está en sus niveles más bajos, complicando el inicio del gobierno de Sheinbaum en materia de hidrocarburos. En el tercer trimestre del año, la producción de hidrocarburos líquidos disminuyó en 20.1 mil barriles diarios, y la de petróleo superligero y condensados en 10.4 mil y 9.6 mil barriles diarios, respectivamente.
Esta situación presiona a la nueva administración a expandir el negocio con privados. Sheinbaum y su equipo energético, liderado por Luz Elena González y Víctor Rodríguez, rechazan el modelo de rondas y farmouts de Peña Nieto, pero consideran esquemas de sociedades mixtas.
Un estudio de Rystad Energy señala que México aún tiene oportunidades de inversión en petróleo y gas, pero advierte que se necesitan barriles más económicos, sostenibles y con menos emisiones, y que deben extraerse rápidamente para cubrir la demanda, lo que genera preocupación por el declive en las reservas.
El gobierno apuesta por contratos con socios nacionales, anticipando recelo de internacionales. Con la salida de reguladores como la CRE y la CNH, los nuevos contratos serán firmados directamente por CFE y Pemex, lo que podría ser una oportunidad para las empresas privadas nacionales. Para mitigar la incertidumbre, el gobierno asegura que las controversias legales podrán resolverse en tribunales internacionales.
La producción de crudos de Pemex está en sus niveles más bajos, complicando el inicio del gobierno de Sheinbaum en materia de hidrocarburos. En el tercer trimestre del año, la producción de hidrocarburos líquidos disminuyó en 20.1 mil barriles diarios, y la de petróleo superligero y condensados en 10.4 mil y 9.6 mil barriles diarios, respectivamente.
Esta situación presiona a la nueva administración a expandir el negocio con privados. Sheinbaum y su equipo energético, liderado por Luz Elena González y Víctor Rodríguez, rechazan el modelo de rondas y farmouts de Peña Nieto, pero consideran esquemas de sociedades mixtas.
Un estudio de Rystad Energy señala que México aún tiene oportunidades de inversión en petróleo y gas, pero advierte que se necesitan barriles más económicos, sostenibles y con menos emisiones, y que deben extraerse rápidamente para cubrir la demanda, lo que genera preocupación por el declive en las reservas.
El gobierno apuesta por contratos con socios nacionales, anticipando recelo de internacionales. Con la salida de reguladores como la CRE y la CNH, los nuevos contratos serán firmados directamente por CFE y Pemex, lo que podría ser una oportunidad para las empresas privadas nacionales. Para mitigar la incertidumbre, el gobierno asegura que las controversias legales podrán resolverse en tribunales internacionales.