a tasa de inflación en subió dos décimas en julio, hasta el 3.2 por ciento, según datos publicados por el Departamento de Trabajo. Este es el mayor aumento en la inflación desde febrero de 2020. El aumento de los precios se debió principalmente a un aumento en los precios de la energía, los alimentos y la vivienda.

La Reserva Federal ha estado monitoreando de cerca la inflación y ha subido los tipos de interés en un esfuerzo por controlarla. En su última reunión, la Fed subió los tipos de interés en 0.25 puntos porcentuales. La Fed dijo que está preparada para subir los tipos de interés nuevamente en el futuro si es necesario para controlar la inflación.

El aumento de la inflación está creando presión sobre los presupuestos de los hogares estadounidenses. Los consumidores están pagando más por alimentos, gasolina y vivienda. Esto está reduciendo su poder adquisitivo y dificultando que puedan ahorrar dinero.

El crecimiento de la inflación también está creando desafíos para las empresas. Las empresas están teniendo que pagar más por materias primas, mano de obra y energía. Esto está aumentando sus costos y podría conducir a precios más altos para los consumidores.

Este descontrol en el manejo de la inflación es una preocupación para la economía de Estados Unidos. Si la inflación continúa aumentando, podría conducir a una desaceleración del crecimiento económico.