La Fed desafía a Trump y mantiene las tasas: estabilidad monetaria en tiempos de presión política
Washington, D.C. — En una decisión que reafirma su autonomía institucional, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles que mantendrá sin cambios su tasa de interés de referencia en el rango de 4.25% a 4.50%, pese a las reiteradas presiones del presidente Donald Trump para reducirla. Se trata de la cuarta reunión consecutiva en la que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) opta por la cautela, en un contexto de crecimiento económico moderado y tensiones geopolíticas crecientes.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, explicó que los indicadores recientes muestran una economía que “sigue expandiéndose a un ritmo sólido”, con una inflación que se mantiene en torno al 2.4% y un mercado laboral que, aunque comienza a mostrar señales de enfriamiento, aún presenta niveles de desempleo históricamente bajos.
La decisión se da en medio de un entorno político tenso. Trump ha intensificado sus críticas hacia Powell, acusándolo de actuar con motivaciones políticas y de “costarle caro al país” por no reducir las tasas de interés. En declaraciones a la prensa, el mandatario incluso calificó al titular de la Fed como “un imbécil” y sugirió que Europa ha sido más proactiva al aplicar recortes, mientras que Estados Unidos “se queda atrás”.
A pesar de la presión, la Fed se mantuvo firme. En su comunicado oficial, el organismo reiteró su compromiso con la estabilidad de precios y el pleno empleo, y señaló que “la incertidumbre sobre las perspectivas económicas ha disminuido, pero sigue siendo elevada”. Entre los factores que influyen en esta cautela se encuentran los aranceles impuestos por la administración Trump a productos de China, México y Canadá, que han elevado los costos para consumidores y empresas estadounidenses.
Además, el conflicto en Medio Oriente y la volatilidad en los precios de la energía han añadido una capa de incertidumbre que refuerza la postura conservadora del banco central. Aunque algunos analistas anticipan recortes hacia finales de año, la Fed no ofreció señales claras al respecto.
En resumen, mientras la economía estadounidense navega entre aranceles, inflación y tensiones globales, la Reserva Federal opta por no tocar el timón. Y aunque el presidente Trump grita desde la cubierta que el barco va en dirección equivocada, Powell parece más interesado en leer el mapa que en escuchar al capitán. Porque claro, ¿quién necesita independencia monetaria cuando se tiene Twitter?